Profeta en su tierra

Profeta en su tierra.

Hay pulpo en su tinta, cabeza en su jugo (o carnes en gdl) y profeta en su tierra.
Cuando fui enviado a esta tierra me dijeron que sería maestro de luz y juez de paz; pero algunas de las chambas alternativas es la de acompañar a algún amigo a ver alguna nena.
Lo curioso es que no entiendo para qué me invitan y menos por qué siempre voy, pero lo hago encantado.
El lunes pasado me dice un compa (de aquí en adelante: el maik): vamos, wey, acompáñame. Saliendo del trabajo/escuela pasó a un súper y compró un 6 de cervezas. Pensé: arre.
Fuimos por su chica, después a su casa, no sé qué más y compró otro 6. Fuimos a ver a un policía y después a buscar no sé a quién y de regreso a su casa encontramos, caminando, a otro compa de nosotros.
Le dije: Ueeep! Súbete, cabrón (nooooombre! y con una chela en la mano me he de haber visto retemacizo).
Trepose y continuamos. En la casa de mi compa descubrimos que la llave que él traía no corresponde a la de la puerta. Bailó dancing (si alguien hace algún comentario preguntando por el significado de esta expresión con gusto la explicaré).
Resulta que el maik le había prestado las llaves a un amigo de él (el Xoxo <-- se pronuncia Tsoso) para que se fuera a pisar el fin de semana a su casa, pero cuando le devolvió las llaves le dio, por error, unas que no son las que abren la puerta.
Compa maik casi chilla y después de llamadas múltiples a múltiples teléfonos, resolvió que fuéramos a Xoxocotla a buscar al Xoxo (Elemental, mi querido Watson, le dicen Xoxo por el nombre del pueblo en el que vive).
Y ahí va la jumilada en pleno lunes a las 10 de la noche rumbo a Xoxocotla en un guayín datsun del '76 echando chelas (nosotros echando chelas, no el datsun, él prefiere la gasolina).
Saliendo de Temixco el Macaco (nombre del compa que trepamos) compró otro 6, el del estribo, por decirlo así.

Es difícil que una entienda la naiseidad, es decir, qué tan nais (nice, en inglés) es tal o cual escuela cuanto estás en una ciudad distinta de la que creciste (o que tan naca).
Por ejemplo si alguien me dice: Nombre, es que ése wey estudia en la Univac. Pues a mí no me transmite nada. Es como si alguien que no es mochis le digo es que estudia en la IMA, o en el mochis.
Espero haberlo explicado medianamente bien.

A mí me dijeron vamos a Xoxocotla, y mi poco tiempo de convivir acá no me permitió entender a dónde me estaba metiendo.
Mi ignorancia me hizo entrar confiado, y al parecer funciona como con los perros, que si no les demuestras el miedo no te hacen nada.
Encontramos al Xoxo tomando caguamas en cuya etiqueta se leía un despilfarrado 25% más. Oh sí, unas caguamas de más de litro, tipo sol brava, para los que la conocen, pero menos desastrosas.
El maik le dijo wey, me distes (así dijo) otras llaves. Y el otro a chingado, a ver son éstas, pues sepa wey. Y dije: chin, nos hubiéramos traído la puerta.
El chascarrillo fue un hit, y los compas del Xoxo que tomaban caguamas afuera de la tiendita me dieron la bienvenida a su hermético grupo.
Entonces dije: qué onda, macaco, cómprate "lasotras" (así, como una palabra y no dos), con esta frase me aseguraba, sin darme cuenta, una posición privilegiada en el organigrama jerárquico, pues mando a mis compas a que se compren lasotras mientras yo sigo tomándome una cheve sin indicios de querer cooperarle en ningún sentido.
Y así corrieron cervezas más hasta que el Xoxo dijo: vámonos para allá, aquí la pueden hacer de tos.
Me abrieron la puerta del carro y cerrándola dije amablemente: No, gracias, yo me voy a pie con mis nuevos camaradas (una palabra comunista muy acertada, como se verá más adelante). Y uno me pasó el brazo sobre los hombros diciendo salud, pues salud, dije y di un largo trago.
Y así recorrimos algunas cuadras hasta llegar a una calle en la que, no sé de dónde, apareció un cartón con cervezas frías. Pues venga la alegría.
Y ahí estuvimos risa y risa. Como no quería estar de pie ni sentado en el piso, que me encaramo a una barda como 1.93 metros, sin sospechar lo alcances de este simple reacomodo.
Minutos más, cervezas más, y comenzamos a hablar del pueblo.
No sé cómo sucedió pero alguien dijo: ... sí, ahorita el problema es que van a construir una unidad habitacional aquí arriba, y para éso van a desviar y acaparar, para poder construir, la mayor parte del agua corriente que usamos, y pues nomás vamos a tener agua de noche.
Algunos otros comentarios al respecto por parte de los Xoxocotlenses (¿Cuál será el gentilicio?) hicieron que se caldearon sus ánimos, hasta que alguien dijo: Sí, y si no nos hacen caso de que no construyan ahí les vamos a tumbar todo lo que levanten, ya nos pusimos de acuerdo.
A pesar de que todas estas cosas me las estaban diciendo a mí, yo me mantenía al margen (entretenido con tragos de refrescante cerveza), sin embargo, pensé que debía de decir algo, y así lo hice:
Noooooo, cabrones! no hagan éso! [cara de perplejidad/asombro] Miren, si destruyen lo que hace la constructora les armarían mucha bronca, tanto por invasión de propiedad ajena, como daños y perjuicios contra propiedad privada y lo que resulte. No, así la podrían perder y los meterían al bote...
Si es que nos dejamos, interrumpió uno [risas de aprobación]
Y yo, pues sí, los municipales se la pérez prado [nuevas risas], y chanza hasta los judiciales, pero si les meten al afi pues ya se complica la cosa, ésos vatos andan bien armados (comentario al margen hecho para este blog: contra el narco sirven para nada, pero son retebuenos contra los que traen machetes, palos y piedras. Armas de alto calibre [sarcasmo]).
No miren, continué, lo que debemos hacer (a estas alturas yo ya me incluía) es bloquear una carretera federal, preferentemente que afecte directamente a una empresa privada.
[caritas iluminadas]
Sícierto (una sóla palabra)!!! Pues la que va para ___________ (nombre de pueblo que no recuerdo), por ahí pasan los pullman (línea de autobuses).
El desenlace vale madre, empero, mencionaré algo que me comentaron y me encantó:
Aquí tenemos fama de que somos bien cabrones, pero no es éso, sino que somos muy unidos y no nos dejamos que nos pisoteen.
De hecho aquí se tocan las campanas y depende de cómo las toquen ya todos sabemos qué tenemos que hacer, por ejemplo: de un modo quiere decir que nos cayó la ley y que debemos de encerrarnos todos, cada quien en su casa; o si la tocan de otro modo que, también, todos sabemos, significa que nos cayó la ley así que hay que salir todos armados para sacarlos a la chingada.
Y ya.
Por supuesto que hay muchos otros mensajes menos violentos, que tienen qué ver con problemas propios del pueblo y cómo solucionarlos. Así me contaron cómo se ayudan unos a otros cuando alguien tiene un problema.
No sé, será por la bienvenida que me dieron y la reiterativa invitación a la feria del 8 de septiembre para comer un molito artesanal, pero pensé que no estaban mal.

Pero, y qué da título a esta entrada?
Mientras esto pasaba mi compa el maik estaba en el carro con su nena.
Al siguiente día me dijo: Cabrón, qué tanto les decías a los xoxos que los tenías bien pendejos?
Y otro, qué pasó?
Y el maik: pues este cabrón que parecía cristo encaramado en una barda de huaraches cruzados, con barba y pelo largo, hablándole a una bola de personas que lo miraban atentamente.
Bueno, mi descripción física no la hizo él, pero yo la hago para que me dé más toque de profeta antiguo (pues a los modernos ya les hacen caso).

Ya, pues.
Para terminar el comentario de un amigo que es de Puente de Ixtla y se preocupa por mí: Wey, no mames, cómo te metes a Xoxo a pistear de noche en la calle?! no mames, ni yo me atrevo.

¿Y tú, qué opinas?